jueves, 14 de julio de 2016

Inhibidores de la renina

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 18 de Diciembre de 2006)
La renina controla el primer paso de transformación del angiotensinógeno en angiotensina I. El octapeptido activo angiotensina II se forma a partir de la angiotensina I por efecto de la enzima convertidora de la angiotensina. La angiotensina II actúa sobre los receptores de la angiotensina II tipo 1, aumentando el tono arterial, la secreción adrenal de aldosterona, reabsorción de sodio y el crecimiento celular. El sistema renina-angiotensina-aldosterona puede ser inhibido en varios puntos (figura). Por un lado, se ha observado que los betabloqueantes reducen la secreción de renina por el aparato yuxtaglomerular del riñón. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina reducen la conversión de angiotensina I a angiotensina II, además de inhibir la inactivación de bradikinina y sustancia P; estos peptidos son responsables de algunos efectos secundarios de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, como la tos o el angioedema. Los bloqueantes de los receptores de la angiotensina, bloquean la unión de la angiotensina con el receptor AT1, pero no interfieren su efecto sobre los receptores tipo 2 de la angiotensina.
J. A. Staessen, Y. Li, and T. Richart. Oral renin inhibitors. Lancet 368 (9545):1449-1456, 2006; revisan el estado actual del conocimiento sobre este grupo de medicamentos con propiedades vasodilatadoras similares a los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina con menos efectos secundarios. 
El primer inhibidor sintético de la renina fue la pepstatina, estos inhibidores de primera generación eran pépticos análogos al segmento proximal de la renina o análogos a la secuencia aminoterminal del angiotensinógeno. Entre sus efectos a nivel vascular se han descrito una reducción de la formación de la neoíntima y un adelgazamiento de la íntima arterial. A nivel renal los inhibidores de la renina previenen frente a la disminución del flujo renal y el aumento de la resistencia vascular renal. A nivel cardiovascular originan una disminución de la presión al final de la diástole. El único inhibidor de la renina oral que ha pasado a ensayos clínicos fase III es el aliskiren, utilizado a una dosis oral de 10 mg/Kg. 

Prof. Dr. José Uberos Fernández 

Pericarditis aguda: Evolución de los cambios ECG

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 1 de Febrero de 2007)
El pericardio es una membrana que envuelve el corazón y consta de dos capas una fibrosa mas superficial y una capa serosa profunda. La acpa serosa a su vez consta de dos capas, una capa superficial en contacto con la capa fibrosa y el pericardio visceral (epicardio) en contacto directo con el miocardio. Entre ambas capas serosas existe un espacio que contiene una cantidad mínima de líquido (15-30 ml) de ultrafiltrado del pasma que tiene como función evitar la fricción durante el latido cardiaco. Desde el punto de vista mecánico, el pericardio parietal limita la excesiva dilatación cardiaca durante la diástole.
La pericarditis o inflamación del pericardio puede ser, según su evolución en el tiempo, aguda, subaguda o crónica. Según la intensdad de la inflamación pericardica se pueden producir derrames o no. Utilizamos el término "pericarditis seca" para referirnos a aquellas pericarditis donde tiene lugar un exudado inflamatorio fibrinoso.
La pericarditis aguda es mas frecuente en adultos que en niños y supone el 0.1% de los ingresos hospitalarios. Su mortalidad es baja en la mayoría de sus etiología, excepto en la pericarditis supurada donde la mortalidad es elevada.
En V. Ariyarajah and D. H. Spodick. Acute pericarditis: diagnostic cues and common electrocardiographic manifestations. Cardiol.Rev. 15 (1):24-30, 2007; se revisan las etiologías mas comunes y los hallazgos habituales de la pericarditis aguda. 

El dolor torácico es el síntoma mas común de la pericarditis aguda, el dolor puede ser intenso y característicamente se incrementa con la postura sentada o al inclinarse hacia adelante. Su localización es retroesternal, puede irradiar al hombro y cuello. La fiebre esta habitualmente presente.
Como resultado de la inflamación de las capas pericárdicas puede oirse un roce, habitualmente trifásico que secuencialmente tiene lugar durante la sístole ventricular, diástole precoz y sístole auricular. Los cambios hemodinámicos se ponen en evidencia cuando el líquido de derrame es excesivo. En estos casos observamos taquicardia, taquipnea, pulso paradógico y la tríada de Beck que incluye: distensión yugular venosa, hipotensión y latidos cardiacos apagados.
En el taponamiento cardiaco se dificulta la diástole ventricular al disminuirse el retorno venoso, con lo que disminuye el gasto cardiaco.
Los estudios analíticos iniciales deben incluir hemograma y una bioquímica general junto con VSG y proteína C reactiva. Enzimas como la CK y aldolasa pueden ser útiles. La presencia de picos febriles elevados debe hacer sospechar la posibilidad de etiología bacteriana y hace necesario realizar hemocultivo.
La radiografía de tórax permite evaluar el grado aumento de la silueta cardiaca, y en algunos casos el despegamiento pericárdico. La ecografía es la prueba de imagen de elección que permite evaluar volumen de líquido de derrame y gasto cardiaco del paciente.
 La pericarditis aguda origina cambios ECG característicos que pueden agruparse en cuatro estadios:
  • Estadio 1. El dolor torácico es prominente. Se aprecia elevación del ST cóncavas hacia arriba en todas las derivaciones excepto en aVR y V1, donde se observa depresión del ST. La depresión del segmento PR se aprecia en el 60% de los pacientes, es habitual en II, aVF, V4 a V6, pero no se observa en aVR y V1. R. Baljepally and D. H. Spodick. PR-segment deviation as the initial electrocardiographic response in acute pericarditis. Am.J.Cardiol. 81 (12):1505-1506, 1998; estudiaron la relación temporal de los cambios observados en el segmento ST y la desviación del PR en el ECG de pacientes con pericarditis aguda. Estos autores observan que la desviación del PR precede a los cambios observados en el ST en los pacientes con pericarditis aguda.
  • Estadio 2. El segmento ST vuelve a la línea basal. En la fase tardía las ondas T pueden estar invertidas. Este estadio ocurre horas o días después de los síntomas iniciales.
  • Estadio 3. Tienen lugar inversiones de la onda T generalizadas; estos cambios pueden observarse durante varias semanas.
  • Estadio 4. Tiene lugar una restitución a la normalidad de las inversiones de la onda T.
Prof. Dr. José Uberos Fernández

Sistema natriurético auricular: Recuerdo fisológico y de sus implicaciones clínicas

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 27 de Octubre de 2006)
La hormona natriurética esta compuesta por diversos péptidos, estructuralmente relacionados que son segregados por el miocardio, endotelio vascular, riñones y cerebro. Sus acciones son fundamentalmente regular el volumen y el tono vascular. El sistema hormonal natriurético, como se prefiere denominar en la actualidad, es un conjunto de al menos tres pétidos con efectos sobre la natriuresis, kaliuresis y un péptido con efecto dilatador vascular. Entre las acciones de estos péptidos en sujetos normales se han descrito atenuación de la actividad del eje renina-angiotensina-aldosterona y sistema nervioso simpático, supresión de la liberación de vasopresina, vasodilatación en la circulación sistémica, pulmonar y coronaria, facilitación de la diuresis y la natriuresis.
Los receptores de los péptidos natriuréticos están abundantemente distribuidos en el endotelio vascular, miocardio y riñones, se unen a los restos guanilciclasa y activan la producción de GMPc que actúa sobre diversos sustratos intracelulares reduciendo la concentración de calcio citosólico que induce relajación del músculo liso vascular. En el riñón se promueve la diuresis por diversos mecanismos incluyendo aumento de la filtración glomerular, síntesis de PgE2 que conduce a inhibición de Na-K-ATPasa, e inhibición de la resorción de Na en el túbulo colector. Entre sus efectos renales indirectos se incluyen inhibición de los efectos del sistema nervioso simpático y angiotensina II sobre la resorción de sodio en el túbulo proximal. En J. M. Costello, D. M. Goodman, T. P. Green. A review of the natriuretic hormone system's diagnostic and therapeutic potential in critically ill children. Pediatr.Crit Care Med. 7 (4):308-318, 2006; se revisa la fisiología de esta hormona y sus implicaciones enterapéutica.
Las hormonas natriuréticas también inhiben la activación plaquetaria, proliferación de fibroblastos. Los peptidos natriuréticos son eliminados de la circulación por degradación enzimática por endopeptidasas.
En los pacientes con fallo cardiaco congestivo los niveles de catecolaminas, vasopresina y endotelinas están elevados, lo que origina una disminución del flujo sanguíneo renal y activación del eje renina-angiotensina-aldosterona; de forma compensatoria a estos cambios ocurre una activación del sistema natriurético atrial.
Existe una forma humana de péptido natriurético de origen recombinante disponible para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva descompensada en adultos, la FDA recoge esta indicación para el Natrecor ®. Este medicamento comparado con la nitroglicerina tiene iguales o superiores efectos. En relación a la función renal diversos estudios, incluido un reciente metaanálisis han cuestionado los efectos beneficiosos del péptido natriurético recombinante sobre la función renal; por lo que en el momento actual este tratamiento no puede ser recomendado en la insuficiencia renal de niños críticamente enfermos.
Algunos ensayos estan evaluando la utilidad de la hormona natriurética auricular en el tratamiento del asma bronquial, su efecto se realizaría a través de un incremento del GMPc con relajación del músculo liso bronquial; los diversos ensayos realizados han mostrado un efecto sumatorio beneficioso de los beta-agonistas con la hormona natriurética.
Prof. Dr. José Uberos Fernández

Factores predictivos de mortalidad después de parada cardiaca

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 7 de Agosto de 200&)
En la mayoría de los estudios se define la parada cardiaca como el cese del ritmo cardiaco espontáneo que precisa para su restauración de compresión torácica o desfibrilación eléctrica; considerándose el tiempo de parada cardiaca como el comprendido entre el inicio del masaje y la detección de pulso palpable.
Diversos factores se han considerado predictivos de mortalidad tras un episodio de parada cardiaca. Mos N. de, R. R. van Litsenburg, B. McCrindle, D. J. Bohn, and C. S. Parshuram. Pediatric in-intensive-care-unit cardiac arrest: incidence, survival, and predictive factors. Crit Care Med. 34 (4):1209-1215, 2006; estudian los factores que se asocian con mayor mortalidad postparada cardiaca. Lógicamente uno de los factores relacionados es la patología cardiopulmonar de base; pero existen otros factores relacionados.
Estos autores obtienen peor supervivencia en los pacientes que reciben infusión IV de adrenalina durante la reanimación, pero no observan relación de la mortalidad posterior con el número de dosis de adrenalina. La administración de bicarbonato mejora la supervivencia. El fallo orgánico, en especial el desarrollo de insuficiencia renal se asocia con mayor mortalidad posterior. Por último, según este estudio el inicio de ECMO precoz mejora claramente la supervivencia.
Prof. Dr. José Uberos Fernández

Hipoplasia de cavidades izquierdas

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 7 de Mayo de 2005)
La hipoplasia de cavidades izquierdas se manifiesta precozmente como insuficiencia cardíaca, siendo menos importante la cianosis. En la atresia aórtica o síndrome de hipoplasia de corazón izquierdo coexiste estenosis de la válvula aórtica, junto con hipoplasia de la aorta y del ventrículo izquierdo. Representa la causa principal de mortalidad por cardiopatía durante la primera semana de la vida. Desde el nacimiento o tras 48-72 horas, dependiendo del grado de permeabilidad del ductus, se presenta un grave cuadro de insuficiencia cardiaca. Con anterioridad al momento del parto la supervivencia del feto esta garantizada al existir oxigenación a través de la placenta, resistencias vasculares pulmonares muy aumentadas y shunt derecha-izquierda a través del foramen oval y ductus arterioso.
La cianosis sólo aparece en los estadios finales, predominando un tinte pálido grisáceo de piel. Los soplos faltan o son poco característicos y se ausculta un segundo tono único fuerte con un clic de eyección pulmonar. Los pulsos están abolidos en las cuatro extremidades, expresión de la disminución del flujo sanguíneo sistémico. El niño se agrava rápidamente y sin tratamiento se produce la muerte por insuficiencia cardiaca durante la primera semana de la vida en la mayoría de los casos. Se sospechará el diagnóstico al comprobar congestión venosa pulmonar y grave insuficiencia cardiaca. El eco bidimensional facilita el diagnóstico por medición comparativa de ambos ventrículos y dilatación proporcional de cavidades derechas.
El diagnóstico prenatal mediante ecografía obstétrica se asocia con mejor pronóstico, al disminuir las complicaciones neurológicas y la acidosis preoperatoria.
Los hallazgos necrópsicos quedan documentados en la siguiente serie de imágenes:















El artículo de los Dres. U. Theilen y L. Shekerdemian: The intensive care of infants with hypoplasic left heart syndrome. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed 90: F97-102, 2005, hace un recordatorio del estado actual del tratamiento del síndrome de hipoplasia de cavidades izquierdas.

El tratamiento incluye estabilización preoperatoria, para ello es necesario mantener el ductus arterioso permeable mediante infusión de prostaglandinas  (Dosis de choque 0.1 mcg/Kg/minuto durante 2 horas. Dosis de mantenimiento 0.03 mcg/Kg/minuto. Se prepara  1 ampolla (0.5 mg) en 9 ml de disolvente de la ampolla. De ellos tomar 5 ml y mezclar en 45 ml de S. glucosado al 5% -0.1 mcg/Kg/minuto = 1.2 ml/Kg/ hora-). Se debe corregir la acidosis con infusión de bicarbonato sódico. Se sebe garantizar una adecuada mezcla interatrial, para ello en los pacientes en los que se compruebe un foramen oval restrictivo deben sometarse a una atrioseptosotomia mediante la técnica de Rashking. La monitorización de la SaO2 nos da información del estado del flujo sistémico y pulmonar. Los incrementos de las resistencias sistémicas con disminución del flujo sistémico deben ser revertidas; resultan de utilidad la perfusión de nitroprusiato sódico  (Dosis: 0.5-10 mcg/Kg/min. La solución se prepara disolviendo 50 mg de nitropusiato en 2 ml de S. glucosado al 5% y posterior completar hasta 500 ml de S. glucosado 5 %  -1 ml/Kg/hora = 1 mcg/Kg/min-), la fentolamina (bloqueante de los receptores alfa-adrenérgicos) puede resultar útil (Dosis de 0.1-0.2 mg/Kg, máx. 5 mg, sc. Perfusión de 1-2 mcg/Kg/min). En estos pacientes una baja presión arterial media es preferible a la hipertensión con vasoconstricción periférica. Los inotropos raramente estan indicados, tan solo en las situaciones con isquemia miocárdica y riesgo de disfunción ventricular derecha pueden estar indicados, en estos casos se utiliza dobutamina a dosis de 10 mcg/Kg/min.

Las indicaciones de intubación traqueal e iniciar ventilación mecánica incluyen:
  • Apnea y severo distres respiratorio.
  • Acidosis metabólica pesistente.
  • Sobrecarga circulatoria pulmonar.
  • Disfunción miocárdica severa.
Utilizamos una FiO2 de 0.21 y una PEEP de 4-5 cmH2O. La hemoglobina del recién nacido debe mantenerse entre 14-16 g/dl.  Los objetivos son mantener una PaCO2 de 35-45 mmHg, un pH de 7.35-7.40, PaO2 de 35-40 mmHg y una SaO2 de 75-80%.
Aunque para algunos autores el trasplante cardiaco es la alternativa de elección a la cirugía de Norwood. Para la mayoría el tratamiento quirúrgico mediante la técnica de Norwood es de elección y esta indicado en la primera semana de vida. Este procedimiento descrito en 1983, consiste en en una operación en dos tiempos que realiza inicialmente una operación de Fontan, consistente en una atriostomía y anastomosis de ventrículo derecho-cava a arteria pulmonar y en un segundo tiempo shunt aortopulmonar. La alta mortalidad registrada durante la intervención en el primer estadio obligó a abandonar esta técnica poco después de ser descrita; sin embargo revisiones posteriores permitieron comprobar una mejora sustancial de los resultados cuando la comunicación entre ventrículo derecho-cava y arteria pulmonar se efectuaba con comunicaciones de un calibre inferior a 8 mm. De esta forma se evita el sobreaflujo sanguíneo al lecho vascular pulmonar, el aumento de la presión en ventrículo derecho y la disminución del flujo sistémico. Debe tenerse en cuenta que situaciones como la alcalosis respiratoria o excesiva administración de oxígeno incrementan el flujo sanguíneo pulmonar; por tanto deben ser evitadas.

   
 Prof. Dr. José Uberos Fernández

Hipertensión arterial en pediatría

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 2 de ABril de 2011)
La hipertensión se define como la existencia de unas cifres de tensión arterial sistólica y diastólica por encima del percentil 95 para edad, género y talla. 
La prevalencia de hipertensión en niños y adolescentes esta incrementando en los últimos años, lo que es debido en gran medida al aumento de la obesidad infantil.
Debido a que el tamaño corporal es imprescindible para evaluar adecuadamente el valor de tensión arterial se hace imprescindible conocer el percentil de tensión arterial en cada edad y sexo. En G. B. Luma and R. T. Spiotta. Hypertension in children and adolescents. Am.Fam.Physician 73 (9):1558-1568, 2006; se publican los anexos que se reproducen al pie con los percentiles de tensión arterial por edad y sexo.
La severidad de la hipertensión puede graduarse de acuerdo al siguiente esquema:
  • Normal: T.A. por debajo del percentil 95.
  • Prehipertensión: T.A. por encima de 120/80 en adolescentes o comprendida entre el percetil 90 y 95.
  • Hipertensión estadio 1: T.A. comprendida entre percentil 95 y 99, mas 5 mmHg.
  • Hipertensión estadio 2: T.A. por encima del percentil 99, mas 5 mmHg.
La hipertensión grave ha sido tradicionalmente clasificada en emergencia hipertensiva y urgencia hipertensiva dependiendo de la severidad de los síntomas, de forma que la existencia de convulsiones y encefalopatía hipertensiva se clasificaría como emergencia hipertensiva, mientras que la existencia de nauseas o cefalea podría catalogarse como urgencia hipertensiva. En J. T. Flynn and K. Tullus. Severe hypertension in children and adolescents: pathophysiology and treatment. Pediatr.Nephrol. 24 (6):1101-1112, 2009; se pueden completar datos sobre la patofisiologia y tratamiento de las emergencias hipertensivas.
Tradicionalmente la hipertensión en niños se ha considerado secundaria a una enfermedad de base, aunque en los últimos años y coincidiendo con la epidemia de obesidad se han ido describiendo un aumento de los casos de hipertensión primarios.
La mayoría de las hipertensiones del niño son secundarias a un trastorno subyacente; así agrupadas por edad las etiologías mas probables son:
  • 1 a 6 años: Enfermedades del parénquima renal, enfermedades vasculares renales, causas endocrinas, coartación de aorta e hipertensión esencial.
  • 6 a 12 años: Enfermedades del parénquima renal, enfermedades vasculares renales, causas endocrinas, coartación de aorta, hipertensión esencial, hipertensión yatrógena.
  • 12 a 18 años: Hipertensión esencial, hipertensión yatrógena, enfermedad del parénquima renal, enfermedad vascular renal, hipertensión de  causa endocrina y coartación de aorta.
Se desprende de lo anterior que la enfermedad renal es la causa mas frecuente de hipertensión arterial secundaria en niños, seguidas por tumores y enfermedades vasculares:
  • Enfermedades renales:
    • Glomerulonefritis membranoproliferativa.
    • Nefropatía por reflujo.
    • Uropatía obstructiva.
    • Fallo renal agudo.
    • Enfermedad poliquística renal.
  • Tumores:
    • Feocromocitoma.
    • Tumor de Wilms.
    • Neuroblastoma.
  • Vascular:
    • Coartación de aorta.
    • Estenosis de arteria renal.
    • Síndrome hemolítico-urémico.
Patofisiología.
La tensión arterial depende del gasto cardiaco y de las resistencias vasculares periféricas, de forma que diferentes procesos que modifiquen estos parámetros pueden condicionar el desarrollo de hipertensión.
La renina es segregada por el aparato yuxtaglomerular del riñón, interviene en el metabolismo del angiotensinógeno hacia el decapeptido angiotensina I. La enzima convertidora de la angiotensina convierte la angiotensina I en su forma activa la angiotensina II que puede originar hipertensión a través de diversos mecanismos. La angiotensina II es un potente vasoconstrictor que se une al receptor 1 de la angiotensina II (AT1). Esta unión promueve otros mecanismos que también originan hipertensión como retención de sodio, hipertrofia del endotelio y secreción de mediadores proinflamatorios y profibróticos. Existen suficientes evidencias de que la angiotensina II ejerce un efecto tóxico sobre los vasos a través del aumento de mediadores proinflamatorios.
La angiotensina II también se une a otro receptor (AT2) que produce un efecto contrario al AT1, es decir natriuresis y vasodilatación. La angiotensina II induce secreción de aldosterona en la zona glomerulosa de la suprarrenal, la aldosterona origina retención de sodio y pérdida de potasio a nivel renal, aumentando el volumen sanguíneo circulante. La aldosterona puede activar también el sistema nervioso simpático. Altos niveles de renina y aldosterona se han identificado en la hipertensión relacionada con muchas enfermedades renales, siendo el mecanismo subyacente la disminución de la perfusión glomerular y el aumento de la actividad simpática del sistema nervioso. La retención de líquidos es el mecanismo mas frecuente de hipertensión en niños con enfermedad renal.
La estimulación del sistema nervioso simpático tiene especial importancia como mecanismo productor de hipertensión en niños con feocromocitoma o neuroblatoma. En pacientes con enfermedad renovascular, riñones poliquísticos, la hipoperfusión renal puede ser el desencadenante de una sobre-estimulación del sistema nervioso simpático.
El endotelio juega un papel crucial en el desarrollo de hipertensión. La angiotensina tiene efectos proinflamatorios y protrombóticos que reducen la vasodilatación. Los mecanismos que participan en una disminución de la respuesta vasodilatadora incluyen disminución en la generación de óxido nítrico y un aumento de mediadores proinflamatorios como el factor de necrosis tumoral, a nivel experimental se ha comprobado que el uso de inhibodores del factor de necrosis tumoral se relaciona con disminución de la T.A. y proteinuria de 24 h.
Las manifestaciones clínicas de la hipertensión grave pueden ser muy variadas desde fallo cardiaco a lesión cerebral. Los pacientes que presentan síntomas hipertensivos deben tratarse con la mayor rapidez posible. Sin embargo, debe considerarse que los pacientes con hipertensión de larga duración desarrollan una vasoconstricción cerebral mantenida como mecanismo compensador a un flujo cerebral aumentado, por lo que una rápida disminución de la presión sanguínea podría ocasionar una disminución del flujo cerebral que podría originar un infarto isquémico o alteraciones cerebrales por hipoperfusión. POr extrapolación de los datos de que disponemos en adultos, se recomienda que la T.A. disminuya un 25% de la reducción de la T.A. planeada en las primeras 8-12 horas, otro 25% en las siguientes 8-12 horas y el 50% restante en las 24h siguientes. Los hallazgos de papiledema, fallo cardiaco congestivo y edema pulmonar son habituales de la emergencia hipertensiva. La encefalopatía hipertensiva aparece cuando se produce un fallo en los mecanismos de autorregulación superior del flujo cerebral que conduce a una situación de hipoperfusión cerebral, las manifestaciones clínicas incluyen letargia, cefalea, convulsiones, alteraciones visuales. La resonancia magnética muestra una imagen característica de leucoencefalopatía posterior que afecta a materia blanca parieto-occipital y que es reversible después de instaurar tratamiento de la hipertensión.
La técnica de medida de la T.A. es importante a la hora de valorar la existencia de hipertensión en el niño; la longitud del manguito de tensión debe ser aproximadamente del 80% de la circunferencia del brazo, medida en la línea media entre el olécranon y el acromion, además la anchura del manguito debe ser del 40% de aquella longitud.
Las medidas terapéuticas incluyen para niños y adolescentes con prehipertensión e hipertensión en estadio 1, control de la obesidad, ejercicio y modificar hábitos que pudieran influir negativamente en el control de la T.A. y restricción de la ingesta de sodio. En ausencia de lesiones de órganos diana el objetivo del tratamiento farmacológico es disminuir la T.A.  por debajo del percentil 95; si existen lesiones de órgano diana el objetivo es disminuir la T.A. por debajo del percentil 90. La siguiente Tabla recoge la medicación antihipertensiva que tiene recogida esta indicación por la FDA norteamericana.


Prof. Dr. José Uberos Fernández

Corticoides para la disfunción ventricular de la enfermedad de Duchenne

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 29 de Octubre de 2008)
La distrofia muscular de Duchenne es un trastorno recesivo ligado al cromosoma X, del que resulta una alteración en la síntesis de la proteína distrofina, que se ve muy reducida o  ausente en el músculo.
La enfermedad se caracteriza por la aparición de debilidad progresiva que conduce precozmente al paciente hacia la imposibilidad de deambulación, insuficiencia respiratoria y muerte en el 2ª-3ª década de la vida. La progresiva afectación del músculo cardiaco determina en gran medida la mortalidad en la enfermedad de Duchenne. Diversos autores han demostrado que la utilización mantenida de corticoides, iniciados desde la infancia originan mejores resultados en la supervivencia de estos pacientes; de forma que en la actualidad la utilización crónica de corticoides se ha convertido en un estándar en estos pacientes. Para evaluar el efecto del tratamiento mantenido con corticoides sobre la función ventricular de los pacientes con enfermedad de Duchenne, Larry W. Markham, Kathi Kinnett, Brenda L. Wong, D. Woodrow Benson, and Linda H. Cripe. Corticosteroid treatment retards development of ventricular dysfunction in Duchenne muscular dystrophy. Neuromuscular Disorders 18 (5):365-370, 2008; realizan este estudio observacional sobre cohortes históricas en un periodo de 9 años. Los autores incluyen 105 potenciales casos de enfermedad de Duchenne.
Los autores observan que la disfunción ventricular avanza mas rápidamente en los pacientes no tratados que en los tratados. Se confirma la asociación de la edad con la aparición de disfunción ventricular en los pacientes con enfermedad de Duchenne y se confirma que el tratamiento con corticoides consigue un importante beneficio en el desarrollo de disfunción ventricular. El tratamiento utilizado fue en algunos casos prednisona a 0.75 mg/Kg/día o deflazacort a dosis de 0.9 mg/Kg/día.
El mecanismo de acción de los corticoides en la distrofia muscular de Duchenne se desconoce en la actualidad, si bien existen múltiples teorías que especulan sobre posibles mecanismos de acción. 
Prof. Dr. José Uberos Fernández